Fic Danganronpa (Vore F/M Same size Oral Digestion Español)

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Fic Danganronpa (Vore F/M Same size Oral Digestion Español)

Postby rxc » Thu Aug 12, 2021 4:21 pm

¡Hola! a cualquiera que llegue a leer esto, bueno, primero, sé que probablemente no haya mucha gente que hable español por aquí, me encantaría traducir todo esto al inglés, pero no confió en mi capacidad para hacerlo bien, ni siquiera, mejor que el traductor de google :lol: .

Esta es la primera vez, y probablemente única, que escribo un fic. Lo hice principalmente para mí, para sacarme esta idea que tenía desde hace tiempo en la cabeza, pero termine dedicándole más trabajo del que creí, y el resultado, bueno, creo que puede valer la pena compartirlo, quien sabe y alguien llegue a leerlo un día :lol: .


Llena de Esperanza.

—No puedo esperar que me perdones… porque todo esto es culpa mía —fue lo único que pudo responder Kyouko ante el llamado de un aterrado Makoto Naegi.

Todo se había salido de control durante el juicio escolar, la detective sabía que era una trampa para ella, pero no había tenido tiempo de investigar correctamente y conseguir pruebas que la respaldaran y convencieran a sus compañeros. Tuvo que ir en contra del único que parecía creer en su inocencia, Makoto, a pesar de estar segura de que él también era inocente, era el único aparte de ella sin una coartada sólida. De cualquier forma, termino acorralada por las acusaciones de Togami y recurriendo a una mentira para salvarse, una mentira que solo podría desmentir Makoto, y que pese a todo, él respaldo con su silencio… para protegerla.

—¿Kirigiri-san? —Llamo nuevamente el confundido y aterrado chico, pero Kyouko no respondió ¿Qué más podía decir ella a estas alturas? Cuando Togami señalo que, descartada ella como sospechosa, Makoto era el único posible culpable, en lugar de defenderlo, ella dudo y guardo silencio, temerosa de volver a traer la atención hacia ella.

Entonces Monokuma había anunciado repentinamente el fin del juicio, ignorando las protestas de todos, aludiendo que era culpa de ella por llegar tarde y obligándolos a elegir un culpable. El pobre Makoto había sido declarado culpable ante su confundida y aterrada mirada.

—¡Que empiece la obra! —exclamo el oso monocromático—. ¡Es la hora del castigo!

Monokuma golpeo con su clásico martillo el gran botón rojo, inmediatamente unos ganchos salieron de la pared del fondo tras él, y apresaron al aterrado chico, arrastrándolo fuera de vista.

—Upupupu… —rio el oso maniaco, y señalo hacia Kyouko— ¡Ahora es tu turno Kirigiri-san!

—¿Qué quieres decir? —respondió la chica abriendo mucho los ojos, ¿no podía querer ejecutarla a ella también? ¿O sí?

—Upupu… te advertí que te arrepentirías de llegar tarde ¿no es así? Pero descuida —continuo diciendo rápidamente antes de que una Asahina histérica saltara a defender a Kyouko, no queriendo ver como otra amiga era asesinada injustamente— como es tu primera infracción, tu castigo será solo “ayudarme” con el de Naegi-kun.

—No puedes estar hablando en serio —La detective apretó los puños sin poder ocultar su mirada de desprecio hacia el oso— quieres que yo… ¿sirva de verdugo para Naegi-kun?

—¡Monstruo! ¡No puedes obligarla a hacer eso! —grito Asahina.

—Viejo, incluso para Monokuma, ¡esto va más allá de la crueldad! —dijo mientras se llevaba las manos a la cabeza Hagakure.

—Esa regla sobre la tardanza la agregaste recién, ¡solo estás haciendo lo que quieres! —Incluso Togami se encontraba indignado. Mientras, tras él, Fukawa solo se mordía un dedo y miraba horrorizada la situación.

—Grrrr ¡silencio! —Gruño Monokuma mientras se ponía rojo y sacaba las garras— ¡soy vuestro director! Y incluso si olvide especificarlo antes en las reglas, ¡la impuntualidad es una falta grave en cualquier institución educativa! Lo menos que puede hacer Kirigiri-san en esta situación, es ayudar a su director con una de sus tareas.

» Ahora ¡ven conmigo! ¡Antes de que decida volver a la ejecución que tenía planeada y acompañes a Naegi en la cinta! —dijo mirando furioso a la detective, para luego dirigir su mirada al resto mientras señalaba una puerta— Ustedes tomen esa puerta y suban al balcón… upupupu, tendrán una gran vista de todo el espectáculo.

Resignados, todos obedecieron, Kyouko camino hasta Monokuma mientras apretaba los dientes e intentaba recomponer su máscara de tranquilidad, no quería complacer a la mente maestra más de lo necesario.

»Muy bien, ¡no te muevas! —dijo una vez que estuvieron solos, y antes de que Kyouko pudiera reaccionar, le subió un poco la falda, y le inyecto en el muslo un extraño liquido morado que saco, aparentemente, de ninguna parte.

—¡Ugh! —La chica retrocedió, mirando la jeringa vacía en las garras de Monokuma— ¿Qué? ¡¿Qué me has hecho?!

—¿Eh? ¿Esto? ¡No te preocupes! ¡Son solo vitaminas! —.declaro tirando casualmente a un lado la jeringa vacía—. Sabes Kirigiri-san, aunque se supone que esto es un castigo, ¡también es por tu bien!

—¿A qué te refieres con eso? — Kyouko Apretó los puños, no podía evitar temblar, ese líquido morado, no había manera de que fueran vitaminas. Y ya estaba empezando a sentirse extraña.

—Me he dado cuenta de que no te alimentas correctamente, y estas baja de peso para una chica de tu altura y edad ¡eso no está bien! ¡Aun estas en etapa de crecimiento! Incluso Fukawa-san se ha dado cuenta de lo importante de una buena alimentación, e intenta comer más por su cuenta.

—¿A qué viene eso ahora? ¿Qué tiene que ver con nada?— La chica estaba empezando a sudar y sentía el vientre cálido. Era cierto que no había ingerido nada en todo el día salvo por algo de café, concentrada en investigar los dormitorios del segundo piso antes de enterarse que había un nuevo cadáver y un juicio a punto de empezar, incluso tenía más de un día sin dormir.

—Upupupu… ya lo veras. —Monokuma echó a andar hacia una puerta, y Kyouko sin otra opción, le siguió.

Atravesaron un pasillo y al final llegaron a una gran sala que parecía decorada como un salón de clases, pero en el centro había una gran mesa de comedor, con una única y robusta silla, pero lo que realmente llamaba la atención era una enorme maquinaria al fondo, parecía una especie de prensa gigante.

—¡Lamento la terrible decoración! —dijo Monokuma fingiendo estar avergonzado—. Apenas tuve tiempo de quitar la cinta trasportadora y los pupitres.

La detective observo con aprensión la enorme prensa, no tenía dudas de que había estado pensada para ella.

—Unos drásticos cambios de planes de último minuto, supongo— dijo la chica, intentando mantener la calma, aun peleando contra su miedo, y contra las extrañas sensaciones que le producía lo que fuera que le había inyectado Monokuma— Eres aún más voluble de lo que creí.

—Upupu… he de admitir que las cosas no fueron como pensé, pero gracias a eso ¡se me ha ocurrido un excelente castigo! Uno que ¡os “llenara” de desesperación! Upupupu… AJAJAJA —Termino riendo a carcajadas el oso maniático, hasta que fue interrumpido por un fuerte gruñido.

*GRRmBLE*

Venia de la barriga de una consternada Kyouko, era normal que estuviera hambrienta y agotada, pero su estómago nunca había rugido de esa manera, y menos en una situación como esta.

—Upupu… ¡un sonido saludable! Sin duda las vitaminas hacen su trabajo —Rio el oso mientras empujaba a la detective a la única silla del lugar—. ¡Siéntate ya!

Con un suspiro Kyouko miro hacia arriba al balcón desde donde sus compañeros observaban, al menos la silla les daba la espalda, no tendría que verlos mientras hacía… lo que fuera que Monokuma le obligara a hacer, no quería pensar en ello… ni en el hambre creciente que sentía. Finalmente tomo asiento.

—¡Ugh! —Apenas estar sentada unos grilletes salieron de la silla y apresaron las muñecas y tobillos de la chica, dejándola inmóvil en la silla, por instinto forcejeo un poco, pero rápidamente se calmó— realmente, no sé cómo permito que algo así me sorprenda.

—¡Muy bien! ¡Empecemos! ¡Ya hemos hecho esperar suficiente a Naegi-kun! — *GRRmBLE* resonó otro gruñido del estómago de la chica apresada— ¡Y alguien más está ansiosa! Upupupu…

El oso desapareció de vista, para segundos después reaparecer por una puerta empujando un carrito con una “enorme” bandeja cubierta por una tapa plateada y la colocaba en la mesa frente a la detective. El rostro de la chica empezó a sonrojarse, estaba horrorizada, pero a la vez, no podría evitar sentir una especie de emoción anticipada ¿Qué le había hecho Monokuma?... Escucho algunos gritos horrorizados tras ella, sin duda sus compañeros también se imaginaban lo que se avecinaba.

—¡Bon Appétit! —Monokuma levanto la tapa. Y allí estaba Makoto, pero no como Kyouko se lo había imaginado, ni siquiera quería pensar mucho en las diferentes maneras en las que se imaginó a Makoto bajo esa tapa, pero definitivamente, entero, vivo, e incluso con toda su ropa, salvo por sus zapatos y calcetines, no era una de ellas.

—Mmmff mmf —Makoto intento hablar, pero tenía la boca llena por una pequeña manzana, la manzana parecía estar atravesada por una cuerda atada tras su cabeza, también estaba atado de piernas y manos, recostado boca abajo con la barbilla contra la bandeja y miraba fijamente al sonrojado rostro de la detective.

—N-Naegi-kun... — tartamudeo la chica, no queriendo creer la situación, y por sobre todo, no queriendo creer que por un momento, pensó que Makoto se veía… delicioso, literalmente servido en bandeja de plata para ella… no, eso era ridículo, esa cosa que le inyecto Monokuma le estaba afectando la mente.

—Se lo que estás pensando: este platillo tan corriente… ¡no es propio del gran chef Monokuma! Pero de nuevo ¡eso es tú culpa Kirigiri-san! No tuve tiempo de prepararlo bien, incluso ¡tuve que dejarlo crudo! ¡Ains!… una oportunidad de usar mi famosa mantequilla Owada perdida.

»Pero sabes que, al menos así ambos podrán disfrutar de la experiencia, y algo me dice que por tu parte ¡lo disfrutaras más Kirigiri-san! tendrás más del sabor único de Naegi-kun, por eso le deje hasta esa sudadera con capucha que no se quita ni para dormir upupupu.

*GRRmmmBLLLLE*

El estómago de Kyouko parecía estar de acuerdo. El chico en la bandeja la observo con los ojos como platos, y soltó algunos sonidos ahogados, ella se sonrojo aun mas, mortificada.

—N-Naegi-kun, ¡yo no…! —*GLLLRRK* la chica se vio interrumpida por su estómago ya demasiado impaciente, Makoto, mas asustado, empezó a retorcerse y casi logra caer de la mesa.

—¡Hey hey! ¿A dónde crees que vas? ¿Piensas huir y dejar a tu cita sola y sin su cena? ¡Deberías sentirte honrado Naegi-kun! Kirigiri-san te encuentra deseable y ¡te quiere dentro de ella! Upupupu —se burló Monokuma mientras sujetaba a Makoto.

»No hay remedio, ¡les echare una garra! —Dijo Monokuma mientras levantaba a Makoto— ¡Vamos Kirigiri-san! Abre grande y di ¡Aaagh!

Makoto solo observaba como Monokuma lo acercaba al rostro sonrojado de Kyouko, si otra fuera la situación, podría haber disfrutado de la bella y rara vista.

—¡Estás loco si crees que voy a… Ugh! —un par de ganchos salieron de los lados de la silla y forzaron a Kyouko a abrir la boca cada vez más ancha.

—¡Parece que también necesitas algo de ayuda!

—¡Mmmff! —Ahora la vista de Makoto era aún más increíble, los pequeños labios de Kyouko se habían estirado enormemente, y podía ver toda su cavidad bucal, sus dientes blancos perfectos, su suave lengua rosada, y detrás de una cortina de saliva, su úvula y un túnel oscuro que parecía no tener fondo.

Sin más ceremonias Monokuma empujo la cabeza de Makoto en las fauces abiertas de Kyouko, inmediatamente la chica sintió una explosión de sabor en su boca, nunca había probado algo así, claro, nunca hay comido a otra persona, al menos que ella recordara.

—Mmm —No podía evitar saborearlo, cubrirlo con su saliva, había estado salivando mucho desde que lo vio sobre la bandeja, servido para ella, paso su lengua por su rostro, luego su cuello cuando trago por inercia, y el rosto de Makoto se imprimió en su garganta mientras bajaba lentamente.

*GLUB, GLUB*

Otro par de fuertes tragos, y los hombros de chico entraron en la boca de Kyouko, mientras su rostro descendía por su garganta y desaparecía tras su pecho. Ella seguía saboreando todo lo que podía, incluso su ropa, la misma ropa que llevaba esa madrugada cuando ella lo salvo del intento de asesinato del enmascarado. Él había estado febril, cubierto de sudor, debería ser asqueroso, pero en su lugar, estaba encantada con el sabor, y estaba produciendo tanta saliva, que no tenía problemas para seguir hundiéndolo en su cuerpo.

*GLUB, GLUB*

Más tragos ¿en qué momento los ganchos que sujetaban su boca la habían liberado? Kyouko no lo sabía, tampoco parecía algo importante. Aún estaba esposada a la silla ¿si tuviera las manos libres? ¿Las usaría para intentar sacar a Makoto? O ¿para empujarlo más rápido a su interior? Quizá fuera afortunado que no tuviera la oportunidad de averiguarlo.

Por el otro lado, Makoto sentía que se ahogaba, fuertemente comprimido por la garganta y el esófago de su depredadora, sintió un ligero alivio cuando su cabeza atravesó el esfínter y entro en el estómago, su pecho aún estaba siendo comprimido, pero pudo inhalar algo de aire, aunque fuera aire viciado, el aliento de Kyouko había olido a una mezcla de café y menta, pero su estómago era una historia diferente.

*GLLLRRrrr*

Sonidos ominosos rodearon a Makoto, las entrañas de su depredadora se volvían más activas mientras más se iba acumulando en su interior, aparte, el chico había escuchado algo como gemidos amortiguados ¿Kyouko estaba disfrutándolo? Le costaba creerlo, pero también estaba la manera frenética en que ella movía su lengua, y parecía saborearlo.

—¡Mmmf! —Makoto se tensó, la lengua de Kyouko estaba pasando sobre sus pantalones, su ahoge se puso de punta, con toda y esta terrible situación, esto fue lo que hizo que se removiera con más fuerza , causando que finalmente se liberara de su mordaza y gritara avergonzado— ¡Ki-Kirigiri-san!

La voz amortiguada de su presa viniendo desde su vientre, saco a Kyouko de su trance, algo que ni el grito horrorizado de Hagakure, o lo que fuera que estuviera diciendo Asahina y el resto de sus compañeros desde el balcón hace un rato, habían logrado.

—Bien, bien… ¡ya es hora de terminar con esto! —.Finalmente, Monokuma volvió a hablar, había permanecido extrañamente en silencio, solo sujetando a Makoto y ayudando a Kyouko a tragarlo lentamente, disfrutando de ver a la siempre compuesta Kyouko Kirigiri, perderse en su recién descubierto instinto depredador y hambre, y lo mejor, nada más y nada menos que con el chico por el que había estado desarrollando sentimientos ¡Cuánta desesperación!

—¡Vamos! ¡No es bueno jugar tanto con la comida! Upupupu —rio el oso maníaco mientras levanta las piernas de Makoto para apoyarse en la gravedad y forzar a Kyouko a tragar más rápido.

Como fideos, las piernas de Makoto descendieron por la garganta de Kyouko hacia su vientre cada vez más hinchado y expuesto, el cierre de su blusa estaba a nivel del pecho, habiendo subido por la presión de su vientre en expansión, dando espacio para que la pálida y bulbosa cúpula se mostrara en toda su gloria.

*GLUB, GLUB, GLUB*

Trago tras trago, finalmente los pies de Makoto pasaron a través de los labios de Kyouko. La chica no podía creerlo, Makoto ¡estaba completamente sellado dentro de ella! pero podía sentirlo retorcerse en su interior, parecía estar ahogándose, su cabeza seguramente hundida en un poso de sus burbujeantes jugos gástricos, mientras los dedos de sus pies bailaban en su paladar, llenándolo del sabor de su carne desnuda.

*GLUB*

Sin poder contenerlo más, Kyouko dio un gran trago final, y lo último de su presa bajo por su garganta y se acurruco en su apretado estómago. Jadeo agotada por el esfuerzo, hasta que sintió una enorme presión subir por su garganta, quiso cubrir su boca, pero sus manos seguían restringidas.

*BRAAAAUUURPPPP*

—Upupu…UPUPUPU, AJAJAJA —termino riendo a carcajadas el oso, enormemente complacido con la vista— Ya hemos terminado aquí, el resto depende de ti Kirigiri-san ¡continua con el excelente trabajo!

»Vale la pena aclarar, que interferir con la ejecución de Naegi-kun ¡traerá consecuencias! —Eso sin duda iba dirigido a los espectadores en el balcón— Y tu Kirigiri-san, creo que es justo que te hable un poco sobre las maravillosas “Vitaminas Monokuma”.

*Urrrrrp…*

Makoto está muy inquieto, intentando encontrar una posición cómoda en su apretada prisión, su retorcimiento causándole más gases a Kyouko.

»En primer lugar, no solo te estimulan para tener un saludable apetito, ¡también ayudan a tu sistema digestivo y tu metabolismo! Asique ¡no te preocupes por sufrir de indigestión, estreñimiento o algo parecido! —Continuaba el oso ignorando la mala educación de la detective, mientras esta estaba dividida entre escucharlo, y las sensaciones de su vientre.

»También están hechas para tratar la bulimia impidiendo el reflejo nauseoso, ¡no tragues nada que quieras recuperar! Upupupu... Bien, eso es todo, ¡pueden retirarse! ¡Pasen una bella velada Kirigiri-san y Naegi-kun! —Dicho eso, el oso desapareció como solía hacerlo, y al mismo tiempo, Kyouko se vio liberada de la silla.


********************************************************************


Kyouko estaba sentada en en su cama, acunando su enorme vientre.

Tras verse liberada y recuperarse del shock, se había puesto de pie con dificultad, había acariciado su vientre, susurrado una disculpa y una petición a Makoto de que mantuviera la calma por un rato, él parecía haber entendido y había permanecido en silencio y más tranquilo desde entonces, solo moviéndose un poco cada cierto tiempo.

Encontrarse con el resto en el ascensor había sido difícil para la detective. Fukawa la había visto con una mueca de asco antes voltear en otra dirección.

Un Hagakure increíblemente nervioso pareció estar a punto de decir algo, probablemente hacer las preguntas que todos tenían en mente, antes de reconsiderar y también voltear a un lado.

Togami la vio con una mueca de desagrado, antes de controlar su expresión y acercarse a ella, era evidente que tenía preguntas, pero no dijo nada, solo le había extendido la llave de su habitación, que ella recibió, tras lo que él simplemente se retiró a una esquina del ascensor y procedió a ignorarla.

La más difícil de enfrentar fue Asahina, la nadadora se había quedado viendo su hinchado vientre por un momento con los ojos llenos de lágrimas, había soltado algo entre un sollozo y una disculpa antes de darle la espalda.

Había sido un viaje incomodo, el silencio solo interrumpido por los gorgoteos y gruñidos del estómago de Kyouko, y un par de sollozos de Asahina. Al final todos salieron del ascensor rumbo a sus habitaciones, Kyouko espero que todos se adelantaran, pero Asahina que parecía haberse calmado un poco se quedó un momento, y dudosa, le pregunto si necesitaba ayuda, era evidente que tenía problemas para cargar con su pesado vientre. Ella solo respondió que estaría bien.

Antes de marcharse Asahina se acercó a ella mirando su vientre, Kyouko entendió y asintió, dándole permiso, Asahina acaricio con una mano su vientre y sollozo otra disculpa, Makoto desde el interior la había oído y respondió que no tenía nada del porque disculpase, Kyouko había sujetado la cabeza de la nadadora contra su vientre, para que pudiera escucharlo mejor. Tras eso, Asahina se marchó finalmente, derramando lágrimas, y poco después Kyouko se tambaleo sola a su habitación, conteniendo sus propias lágrimas.

—¿Estamos solos? —la voz amortiguada de Makoto saco a la detective de sus pensamientos.

—Sí, estamos en mi habitación —gruñidos y gorgoteos resonaron desde el vientre de la chica, su estómago estaba cada vez más activo, ella hizo una mueca, ya no podía fingir que estaba bien— ¡Lo sien…!

—¡No es tu culpa! —Interrumpió su disculpa Makoto— ¡Sé que no querías esto Kirigiri-san! También que no mataste a Ikusaba Mukuro… todo es culpa de la mente maestra, como nos advertiste durante el juicio— Dijo Makoto mientras se removía incomodo, los ácidos empezaban a quemar seriamente, ya habían disuelto la manzana con la que había estado amordazado, y estaban haciendo agujeros en su ropa.

—Aun así, ¡te abandone! Incluso cuando callaste para protegerme, aun sabiendo las contradicciones de mi testimonio. Por miedo a perder mi vida, ¡condene la tuyARRRRP!— se interrumpió así misma con un eructo, pero intento ignorar la vergüenza y continuar— Intentaste salvarme y te di la espalda.

—Kirigiri-san… ¡Ugh!— Makoto había intentado evitar quejarse para no incomodar a Kyouko, pero su carnosa prisión no estaba siendo amable con él, revolviéndolo y apretándolo contra los ardientes jugos. Era algo gracioso, estaba preocupado por no incomodar a su depredadora, mientras estaba siendo digerido vivo, quizá si era demasiado amable, pero no podría evitarlo.

—Resiste un poco Naegi-kun —Kyouko se sentía terrible consigo misma, no podía imaginar el calvario por el que su cuerpo estaba haciendo pasar a su comid… amigo. Lo peor es que encontraba difícil no disfrutar las sensaciones, ¡nunca se había sentido tan satisfecha! Los retorcimientos de Makoto contra sus entrañas le producían agradables escalofríos, y aun podía saborear su delicioso gusto en su paladar, especialmente después de un eructo… realmente era alguien terrible— creo que hay algo que puedo hacer para que… el proceso sea menos doloroso para ti.

—E-está bien —dijo él con los dientes apretados, sus ataduras se habían disuelto hace tiempo, su sudadera con capucha se estaba haciendo jirones, igual que sus pantalones, pronto estaría completamente desnudo, desnudo dentro una hermosa chica, y más específicamente de Kyouko Kirigiri. Su piel enrojeció más, aunque por más motivos que por el irritante ácido esta vez—. Intentare resistir Kirigiri-san, e insisto, ¡esto no es tu culpa!

La detective se puso de pie, ya algo más acostumbrada al peso extra, su vientre se balanceo y chapoteo un poco, había acumulado ya una buena cantidad de jugos gástricos, decidió darse prisa y se dirigió primero al almacén, ya era el periodo nocturno y la cocina estaba cerrada. Luego se dirigió a la enfermería, antes había visto allí algo que le llamo la atención, y que podía servir en esta situación.

Ya teniendo lo que buscaba, Kyouko se sentó, no en su cama, sino en un banco de los vestidores de los baños termales, a su lado un par de botellas de agua mineral, y un pequeño envase de vidrio con capsulas mitad negras, mitad blancas, la etiqueta decía un sencillo “Analgésicos Monokuma” se supone que eran más potentes que la morfina, de efecto rápido y sin efectos segundarios, aunque advertía no tomar más de una, y que una sobredosis podría causar caer en coma y hasta la muerte… demasiado bueno para ser verdad, a Kyouko no le hacía gracia tomar más drogas de Monokuma, pero esto era por Makoto.

—Naegi-kun —lo llamo, Makoto había estado guardando silencio, probablemente temiendo ser incapaz de abrir la boca sin soltar quejidos de dolor, pensó ella.

—¿S-si? —Respondió apenas audible, Makoto apretaba los dientes, estaba desnudo, toda su ropa había sido digerida, su piel ardía y burbujeaba en algunas partes, estaba haciendo todo lo posible por no gritar.

—Voy a tomar una capsula, asegúrate de atraparla y tragarla, bajo ninguna circunstancia dejes que caiga en mis… jugos estomacales. Se trata de un potente analgésico, por desgracia solo puedo darte uno—. Una sobredosis y caer en coma, sin duda sería una bendición para Makoto, pero entonces, también terminaría por pasarle a ella, después de todo, ella terminaría adsorbiendo todo de Makoto, el pensamiento la hizo estremecerse.

—¿E-es algo de M-Monokuma? ¿Es S-seguro?

—No puedo asegurarlo —no iba a mentirle, no de nuevo.

—L-lo tomaras, incluso si te pido que n-no lo hagas ¿no es asi?

—Así es, ¡aquí va! Asegúrate de atraparla— sin preámbulos la chica trago la capsula— ¿La tienes?

—S-si... la tengo— La capsula estaba cubierta de saliva, pero sin pensarlo mucho Makoto se la llevo a la boca y la trago, antes de correr el riesgo de que el estómago de Kyouko la reclamara—. Ya, Y-ya la tome.

—Bien, ahora tomare algo de agua, espero que sirva para refrescarte, y… diluir aunque sea por unos minutos mis ácidos —con varios tragos rápidos se tomó entera una de las botellas, se sintió refrescada, esperaba que Makoto también, luego observo la otra botella.

Para Makoto fue una pequeña lluvia de alivio, el agua estaba a temperatura ambiente, pero comparada con el calor que hacía en su ardiente prisión estaba helada. Por otro lado, pese a lo activa que estaba su prisión, y que definitivamente no estaba siendo digerido más lentamente, el insoportable ardor de las quemaduras de los ácidos, estaba pasando a ser un cosquilleo, debía ser cosa de esa capsula de Monokuma.

—¡Ay! — algo le había golpeado en la cabeza, una suave risa femenina resonó a su alrededor, Makoto deseo poder ver el rostro de Kyouko en este momento, y además poder escuchar su risa sin el eco, y todos esos gruñidos y gorgoteos de la digestión a su alrededor— ¿Qué es esto?

—Solo una botella de agua, pensé que talvez también querrías un poco.

—¡Oh! Gracias —dijo abriendo la botella y tomando unos tragos— pero Kirigiri-san ¿no te…causara algún problema el plástico?

*Urrrrrp…*

—Disculpa —dijo algo sonrojada, por fortuna él no podía verlo— ¿Qué tal esta tu ropa?

—¿Eh? —la pregunta lo había tomado por sorpresa.

—Tu ropa, ¿en qué estado esta?— *GRRmmBL, Gurgle*… Kyouko acaricio su vientre, no había dejado de hacer ruidos.

—Y-Yo… la perdí —fue todo lo que se atrevió a responder.

—Tal y como imagine… no parece que vaya a tener problemas, incluso para digerir material sintético o inorgánico.

—Ya… veo —pero eso en si mismo, era algo preocupante, pensó el chico— Es por esa “Vitamina Monokuma” de la que hablaban antes, ¿no es así?

—Bueno, nunca había intentado devorar a alguien entero, o comer ropa —Kyouko a veces tenía un extraño sentido del humor— pero es muy probable.

—Y… ¿cómo te sientes? Quiero decir, aparte de… —El pobre chico no sabía cómo expresarlo.

—Aun en esta situación ¿insistes en preocuparte por mí? —era algo que la irritaba, pero no la sorprendía.

—¡Por supuesto Kirigiri-san! ¡Somos ami…!

—¡Te estoy digiriendo! —*GRRmmmBLLE, Gurgle* como para contrastar lo dicho, el estómago de Kyouko soltó un fuerte gorgoteo y apretó con fuerza a Makoto.

—¿E-eh? —Makoto sintió como el estómago lo apretujaba, pero estaba más preocupado por el arrebato de Kyouko.

—Justo ahora, te digiero como si no fueras más que un trozo de carne —Kyouko apretó los puños, él había preguntado cómo se sentía— Y lo estoy disfrutando, ¿sabes?

—¿Q-que? Eso no… —pero lo pensó, ella realmente había dado señales de estarlo disfrutando, como cuando lo saboreaba de mas mientras emitía esos gemidos amortiguados…pero había una explicación para eso—. No puedes evitarlo, ¿no es asi? ¡También es cosa de esa droga que te dio Monokuma!

—¡Ugh! ¡Incluso si es así…!

—¡No tiene sentido! —Grito Makoto— no tiene ningún sentido, Kirigiri-san… que te tortures con algo asi ahora.

Tenía razón, que patética estaba siendo, pensó la chica, él era el que estaba muriendo lentamente, siendo reducido a nada más que nutrientes para ella. ¿Y ella que hacia?, ser consolada por él tras un arrebato emocional en el que era innecesariamente cruel con él, con ambos.

—Lo siento —se disculpó, sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más. No podía saberlo a ciencia cierta con tantos agujeros aun en su memoria, pero estaba segura de que llorar no era algo común en ella—. Solo estoy siendo egoísta, una vez más… sería más fácil si estuvieras enojado conmigo, si me odiaras.

—Nunca podría odiarte… Kirigiri-san.

—¡Je! Supongo que no, no sería algo propio de ti, realmente… eres un tonto optimista Naegi-kun.

—Bueno, ¡es mi única cualidad redentora!

Kyouko estuvo a punto de bromear diciendo que también era delicioso, pero se contuvo.

*GLLLRRK, GLORP, GRRmmBLE*

Su estómago se revolvió muy activo, la detective noto que los marcados contornos de la figura de Makoto en su vientre, se estaban suavizando, gracias al “Analgésico Monokuma” Makoto no parecía darse cuenta, pero la digestión avanzaba rápidamente, no quedaba mucho tiempo.

—Naegi-kun, volviendo a la conversación que teníamos antes… No voy a intentar justificar lo que hice, pero tenía un motivo para permanecer con vida, sin importar las consecuencias…

Kyouko procedió a contarle todo, después de todo, por eso había ido a los baños termales, donde no habían cámaras, le conto lo poco que había recordado de su pasado. Que el director de la academia era su padre, y la razón por la que ella fue en primer lugar a allí. Le conto que ella era de hecho, la detective definitiva, cosa que sorprendió a Makoto, pero rápidamente concluyo que tenía sentido. También le hablo de lo que descubrió sobre el grupo llamado “Desesperación Definitiva” y como frustro el intento de matarlo de la mente maestra en su habitación mientras estaba enfermo, esa misma madrugada.

A cambio Makoto le conto sobre todo lo que ella se había perdido mientras estaba investigando los dormitorios del segundo piso, y que no se habló durante el juicio, especialmente, le hablo de lo que vieron en la sala de control de Monokuma.

—Estamos cerca —Concluyo la detective— de averiguar la verdadera identidad de la mente maestra.

La chica analizo los nuevos datos, y pensó en un plan, quizá… ¿podría poner en marcha su arriesgado plan y desafiar a la mente maestra ahora? ¿Aún podría salvar a Makoto? Ella ya había comprobado que era cierto que no tenía reflejo nauseoso, no tenía manera de sacarlo por su cuenta, Monokuma jamás aceptaría sacarlo, incluso si aceptaba su desafío. Además, miro hacia su vientre, estaba casi completamente redondo, ya podía sentir partes de él fluir más profundo en sus entrañas.

—¿Si? —Makoto la saco de sus cavilaciones.

—Así es, la mente maestra ha roto sus propias reglas, intento matarte directamente, y deshacerse de mi mediante el juicio, y cuando no pudo, gracias a ti, decidió declararte culpable, pese a ser inocente, esta acorralada.

Kyouko decidió contarle también su plan de desafiar a la mente maestra.

—¡E-es muy arriesgado!

—Sí, ¡pero es nuestra única oportunidad! —Dijo la detective con determinación.

Quizá fuera un efecto desinhibidor del analgésico, del intenso calor, de estar siendo digerido vivo, de su admiración por Kyouko, pero Makoto se encontró admitiendo:

—Kirigiri-san… me alegro que seas tú —dijo el chico sin pensar, tomando por sorpresa a la chica que lo envolvía— E-es decir, no es que me alegre de nuestra situación, pero… si tiene que ser alguien, me alegro que seas tú… eres la chica más increíble que he conocido, Kirigiri-san.

—Y-yo… ¿que se supone que tengo que responder a eso? —dijo avergonzada la chica.

—¡Je!... lo siento… supongo que solo… estoy siendo honesto. —Makoto sabía que su final se estaba acercando, ya no podía sentir las piernas, se alegraba de estar completamente a oscuras, seguro no sería una vista agradable. Se sentía frágil, como si en cualquier momento, el estómago de Kyouko podría romper todos sus huesos en una contracción.

*GRRmmmmBLLLLLE *

Ambos jóvenes intentaron ignorar los siniestros gorgoteos del estómago de la chica… ojala, pudieran alargar un poco más esta velada.

—Supongo, que podemos ser completamente honestos el uno con el otro, en esta situación —respondió la detective mientras acariciaba suavemente su vientre— dime, Naegi-kun, ¿te importa si entro a las aguas termales? Sé que de nuevo estoy siendo un poco egoísta, ya debe ser lo suficiente sofocante allí.

—¡Oh! ¿Estamos en los baños?... está bien, no te preocupes. Ya me he acostumbrado al calor, y no duele, es incluso, relajante, como si estuviera recibiendo un masaje de cuerpo completo, del interior de Kirigiri-san.

—T-te estas poniendo muy asertivo ¿eh Naegi-kun? —Apenas había contenido un jadeo de sorpresa ante las palabras del chico, mientras se quitaba sus ropas y se preparaba para adentrarse en las aguas termales— supongo que puedo tomar como una confesión de tus sentimientos, todo lo que has dicho.

—S-supongo — Dijo algo avergonzado— Y ¿qué…? ¿Qué hay de Kirigiri-san?

—Supongo que… también me gustas —confeso sonrojada mientras se hundía en las aguas termales, había decidido entrar desnuda, antes de intentar envolver su enorme vientre en una toalla, incluso se había quitado sus guantes. —Tu optimismo y honestidad son refrescantes y…

—¿Y? —Apremio entusiasmado el chico al oír que le gustaba a Kyouko y ser elogiado, pero ella no continuo en los siguientes segundos— ¿no dijiste que podíamos ser completamente honestos en esta situación?

—Muy bien, si insistes —el tono algo burlón de Makoto en su última pregunta la había irritado un poco, ¡ya estaba bastante avergonzada!— creo que eres lindo Y… “delicioso”.

—¡¿Qu-que?! —

*Urp* envalentonada, y burlona, dejo escapar un suave eructo apropósito.

—Lo que dije, no sé si la inyección que me puso Monokuma también cambio mis gustos culinarios… pero eres lo más delicioso que he comido— dijo la detective sin inmutarse, bueno, él quería que fuera honesta *GLLLRRK* y su estómago parecía secundarla en su declaración.

—Bu-bueno… supongo que… ¿me siento honrado?— estaba hirviendo, y no solo por los burbujeantes jugos gástricos de Kyouko, sumados al calor de las aguas termales. Pero al menos ¡tenía que intentar devolvérsela un poco!— ¡También creo que eres linda! De hecho ¡mucho más que eso!

—Sin duda crees eso —respondió con naturalidad la detective, para consternación del chico— Si no fuera así, ¿porque sería a mí a quien mirabas fijamente? cuando nos espiabas a las chicas y a mí en este mismo baño.

—¡¿T-te diste cuenta?!

—Naturalmente —Kyouko deseaba que él pudiera ver su sonrisa de suficiencia.

—¡¿Y-y porque nunca dijiste nada?! —Makoto no podía creerlo ¿todo este tiempo? Y ¡siempre actuó como si nada!

—Eres un chico —algo que ya le había dicho antes, Kyouko parecía tener algunas entrañas ideas con respecto a los chicos— Es natural que sientas curiosidad, supongo que ¿te gusto lo que viste?

Era todo, pensó el chico, no había manera que pudiera competir con Kyouko, ¡estaba completamente superado!... a menos que… ¿se atrevería a jugar una carta tan vergonzosa? ¡Qué diablos! ¡No tenía nada que perder!

—S-si de hecho… Kirigiri-san tiene una hermosa figura, aunque solo pude apreciarla bien desde atrás— Empezó su último ataque Makoto, ya esto fue suficiente para sorprender a la detective, pero él ¡iba a por todas!— P-pero, la verdad ¡me gustaría ver como se ve Kirigiri-san una vez que sea parte de su figura! ¡Seguro será increíble!

El repentino movimiento de su prisión, le dijo a Makoto que Kyouko había dado un bote, y el sonido de estrangulamiento, como si se hubiera ahogado con su propia saliva, que había ganado esta batalla… Ojala tuviera más tiempo para disfrutar su pequeña victoria.

*GRRRRmBLE , CRAck*

El estómago de Kyouko dio un fuerte rugido y se contrajo, rompiendo algo en Makoto.

—¡Pwaaah! ¡¿N-Naegi-Kun?! — Jadeo liberando un eructo ahogado. Había estado tan contenta, bromeando con Makoto mientras se relajaba en las aguas termales, que había olvidado por un momento lo que realmente sucedía en su interior.

—Kirigiri-san…—aún estaba vivo, pero sonaba débil— prométeme… prométeme que ¡nunca sucumbirás a la desesperación! Si alguien puede vencer a la mente maestra, es Kirigiri-san, solo tienes que trabajar con los demás, sé que todos pueden salir juntos de aquí.

—Naegi-kun… —Con sus últimas fuerzas, Makoto había empujado una mano contra la pared del vientre de Kyouko, haciendo que fuera visible afuera, Kyouko coloco su mano desnuda llena de cicatrices suavemente en contra— Te lo prometo, Naegi-kun, todos saldremos de aquí, tú también, siempre estarás conmigo.

Finalmente, perdiendo todas sus fuerzas, la marca de la mano se hundió en la piel de la detective. Makoto sonrió suavemente, con sus últimos pensamientos, concluyo que este destino no era tan malo y se dejó ahogar en el caldo burbujeante, compuesto de partes digeridas de el mismo y jugos estomacales. ¡Él iba alimentar la mente y cuerpo de Kyouko Kirigiri! ¡La chica más inteligente y genial que había conocido! Estaría siempre con ella, ella llevaría su esperanza, vencería a la mente maestra, salvaría al resto de sus amigos y… tendría un trasero aún más increíble… ojala pudiera verlo.

*BRAAAAAAUUUURPPPPP*

Kyouko no contuvo el eructo más grande que había liberado hasta ahora, en su lugar, saboreo este último regusto de Makoto, mientras masajeaba su vientre gorgoteante, había sentido como se entregaba a ella por completo, se hundía voluntariamente en sus gástricas profundidades para que lo ella lo disolviera, y adsorbiera todo de él… y así lo haría.

—M-mmm —entrando en un especie de frenesí, la detective empezó a masajear con más fuerza su barriga, *GLLLRRK, GRRmmBLE* Ocasionando que su vientre gruñera con más fuerza y se contrajera, que las partes aun solidas de su presa se rompieran finalmente y liberaran más gas.

*Uuurp*

La frenética detective continua así por varios minutos, masajeando con fuerza su vientre. Sintiendo como la sopa nutritiva en la que había convertido a ese dulce chico se canalizaba en sus intestinos, y lentamente se adsorbía, llenaba todo su cuerpo, engrosaba sus muslos, sus pechos, caderas… lo disfruto al máximo, incluso mientras lagrimas corrieran por sus mejillas.

Soltando un agudo gritillo nada propio de ella, Kyouko finamente volvió en si. Temblaba ligeramente y jadeaba agotada… no podía creerlo, había tenido un orgasmo solo masajeándose el vientre. Debería estar avergonzada, pero estaba muy cansada para eso. Decidió descansar unos minutos más en las termales, mientras examinaba su cuerpo.

—Realmente… me estas llenando Naegi-kun —no era un cambio muy notorio aun, pero ella conocía bien su cuerpo, sus pechos estaban un poco más grandes y turgentes, sus muslos un poco más gruesos. Su vientre, perfectamente redondo descansaba sobre sus muslos, se encogía lentamente, mucho más tranquilo ahora, pero sin detenerse en su labor.

La detective finalmente decidió salir de las aguas termales, estaba agotada física y mentalmente, y no quería quedarse dormida allí. Se vistió a medias, solo poniéndose su ropa interior, guantes, falta y la blusa cerrada a medias para cubrir sus pechos. Se dirigió a su habitación descalza, cargando con el resto de su ropa y su aun enorme y chapoteante vientre.

Ya en su habitación, la cansada chica se quitó de nuevo su falda y blusa, se recostó de lado en la cama y se cubrió con las mantas.

—Buenas noches, Naegi-kun —Con una mano en su vientre, la detective se dejó vencer por el agotamiento, y se durmió arrullada por el gorgoteo de su inagotable y eficiente sistema digestivo que continuaba su trabajo, nada solido quedaba en su interior, ahora solo tenía que bombear el resto de la sopa de nutrientes que una vez fue Makoto Naegi en sus intestinos, y adsorber todo hasta que quedaran los mínimos desperdicios.

********************************************************************


*Ding dong, bing bong*

Kyouko despertó con las campanas del anuncio matutino de Monokuma, se removió entre sus sabanas, intentando ignorar el molesto mensaje grabado. Pero entonces, todo lo sucedido el día anterior volvió a ella. Se incorporó de golpe y se llevó una mano al vientre… se había ido, el enorme bulto, Makoto, se había ido… dejando solo una pequeña capa de grasa extra. Sintió una presión en su pecho, y sus ojos arder, pero se contuvo, la mente maestra debía estarla observando ahora, no le daría el gusto.

La detective se puso de pie, recogió su ropa tirada en el piso y la tiro en el cesto de ropa sucia. Entonces *Grrm* un pequeño gruñido y un tirón en su bajo vientre le dijo que había llegado un momento, en el que no había querido pensar.

Con un suspiro resignado, se dirigió al baño.

Minutos más tarde, Kyouko se reajustaba sus bragas tras haberse limpiado. Se armó de valor y volteo para encontrar… nada especial. Eran desechos comunes, de aspecto saludable, ni siquiera era mucho más de lo normal. No había rastros de cabello, huesos, ropa, o siquiera plástico de la botella de agua que se había tragado. Su sistema digestivo sobrehumanamente potente y eficiente, se las había arreglado para digerir y asimilar en una noche, no solo a un chico de su edad entero, sino también toda su ropa y otros materiales inorgánicos, sin dejar apenas desechos.

Pensando en ello, la detective se preguntó si también había digerido el ElectroID de Makoto ¿lo tendría con él? Esa sería la prueba máxima de la potencia de su sistema digestivo. Pero decidió mejor dejar de pensar en ello por ahora, y bajo la palanca del váter sin ceremonias, no había forma de que pensara en esos desechos como “los restos de Makoto” no, solo eran desechos comunes. En su lugar fue alabarse las manos, y finalmente se paró frente al espejo.

—Ahí estas —nunca había entendido porque tenía un espejo de cuerpo completo en su baño, pero ahora era útil— justo como querías, ¿no es así?

Ese definitivamente, si era Makoto, llenando su figura, como había dicho, los cambios eran increíbles. Muslos notablemente más gruesos, caderas más anchas, había ganado al menos 5cm de pecho, su brasier le apretaba de manera incomoda, debía estar a la par de Asahina ahora.

—¡Uh! — Jadeo asombrada y se puso roja como un tomate al darse media vuelta para ver su parte posterior, ya había notado lo apretada que estaban sus bragas, pero ¡ahora le quedaban casi como una tanga!— ¡S-seguro estas satisfecho!

La avergonzada chica se observó un poco más, nunca había sido alguien vanidosa. De sus rasgos físicos, el único del que siempre había sentido algo de orgullo, era su cabello, al que cuidaba mucho, pero ahora no podía negar que…

—Nos vemos increíbles, ¿no es así? Naegi-kun— dijo sonriendo suavemente al espejo— Pero ya hemos perdido suficiente tiempo, hay mucho que hacer y una promesa que cumplir.

Por su puesto, ella intentaría no hacer costumbre hablar con Makoto mientras veía su reflejo, pero por ahora, le daba algo de consuelo. Se vistió con otro cambio de su ropa habitual, aunque la falda ahora se viera excesivamente corta, y la blusa le apretara aún más el pecho, ya tendría oportunidad de renovar su guardarropa.

—Muy bien, ¡en marcha! — Dijo la detective saliendo de su habitación a reunirse con el resto de sus amigos. La mente Maestra había intentado usar a Makoto para llenarla de desesperación, en su lugar, ¡jamás había estado más llena de esperanza!

*GRRmBLE*

Un nuevo gruñido de hambre, Kyouko suspiro, era demasiado optimista esperar que su apetito volviera a la normalidad, solo esperaba que su barriga se conformara con un abundante, pero normal desayuno de waffles y café.
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